Objetivo de la desratización
El objetivo principal de cualquier desratización es el de mantener la población de roedores en un nivel aceptable dentro del área que tratemos.
El nivel aceptable resulta difícil de estandarizar ya que dependerá de las condiciones ambientales y estructurales de la zona objeto de nuestra actuación, así como del nivel socioeconómico y cultural de los habitantes del área que estemos tratando.
Como objetivos secundarios, citamos:
Que no produzcan problemas de salubridad a personas, animales domésticos o de compañía.
Que no se advierta su presencia en la vía pública.
Que no produzcan desperfectos en redes eléctricas, telefónicas o conducciones de agua.
Que no produzcan ruidos en los huecos de los falsos techos y paredes de los edificios de la zona.