El control de las plagas urbanas tiene un componente medioambiental claro y unas repercusiones sanitarias evidentes; todos los problemas medioambientales, llegan a convertirse en problemas de salud pública.
El desequilibrio ecológico que supone el incremento desmesurado de palomas o gaviotas, ante la ausencia de sus depredadores naturales y la abundancia de alimentos, provoca problemas de salubridad con las primeras y alteraciones de su propio rol en las segundas que abandonando su papel de carroñeras en las costas, se desplazan hasta el interior (Toledo, Guadalajara...), modificando sus hábitos alimenticios en los vertederos de las grandes ciudades.
El estudio y control de las aves urbanas (palomas, gaviotas y estorninos, principalmente) comienzan a preocupar a las autoridades municipales, alertadas por el incremento del número de aves, que en algún momento fueron decorativas y ahora se han convertido en un serio problema.
Los principios sobre los que se basa el control de aves son similares para todas las especies que pueden constituir plaga, ya sean palomas, estorninos, gaviotas o gorriones. El control de aves es un tema complejo y especializado. Esto significa que puede ser muy rentable si se hace bien, pero que puede ser costoso si fracasa. Las aves son móviles, adaptables y persistentes, y por tanto, difíciles de controlar.
Una buena inspección previa y una cuidadosa planificación son esenciales para poder garantizar es éxito de cualquier operación de control o prevención de aves. A continuación se pretende dar algunos de los conocimientos básicos que se necesitan.
Para hacer control de aves, como de cualquier otro ser vivo, es imprescindible conocer a fondo su biología y etología.
Es importante saber que existe legislación que protege muchas especies de aves; además, es imprescindible que cualquier actuación que se emprenda se ajuste a la vigente legislación, fechas, especies, aparatos de captura...... Se recomienda consultar la Ley 4/1989 de 27 de marzo sobre la Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres. Así como del Real Decreto 439/1990 de 30 de marzo por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Las comunidades autónomas tienen su legislación específica.
PALOMA (Columba livia bravía)
Ciñéndonos a la paloma (Columba livia), se acepta que en número reducido, no representa un daño para la Ciudad y solamente tiene una interacción marginal con el ciudadano en su actividad; sin embargo, cuando la densidad de ejemplares aumenta, bien en el casco urbano en general o bien en ciertos puntos concretos del mismo, se originan una serie de consecuencias negativas que corresponden atajar a la Administración Municipal.
El control de estas aves, se justifica por cuatro razones fundamentales:
1.- ECOLOGICAS: Por las óptimas condiciones de su hábitat (climatología, alimentación, ausencia de depredadores naturales), se produce un desproporcionado incremento de la población.
Además, las palomas urbanas constituyen un bioindicador de primera magnitud en cuanto a contaminaciones medioambientales se refiere.
2.- ECONOMICAS: Por los desperfectos que causan sobre los edificios, monumentos, mobiliario urbano, vehículos, patios vecinales, trasteros, buhardillas, canalones, con sus heces, cadáveres, nidos, plumón, sonidos... .
La materia orgánica de estas defecaciones contiene importantes componentes ácidos, especialmente el fosfórico y el úrico de la orina. Este último, al transformarse en alantoína por la acción de la enzima uricasa, que actúa de catalizador, alcanza un alto poder corrosivo.
3.- SANITARIAS: sospechamos que los agentes etiológicos de un elevado número de procesos neumónicos que se engloban en el Síndrome de "Neumonía Atípica", podrían utilizar como vectores a las palomas urbanas.
Hemos comprobado que son vectores, en sus patas, de bacterias del género Salmonella y sabemos que pueden serlo también de los agentes etiológicos de la ornitosis, la criptococosis, la alveolitis alérgica
Además, está probado que las palomas son vectores de una serie de ectoparásitos que afectan directa o indirectamente a las personas y los animales de compañía.
4.- DE CONVIVENCIA HUMANA: Por ser motivo de controversia entre la ciudadanía defensora y detractora de la existencia de estas aves, que en ocasiones puede originar ligeras alteraciones del orden público.
A la vista de cuanto antecede, desde el Servicio de Sanidad Municipal de Donostia-San Sebastián, iniciamos en 1.993, el estudio sobre el sistema más idóneo para mantener un control sobre la población de palomas urbanas de la Ciudad.
Etología
Para combatir a un enemigo, es imprescindible conocerle, conocer sus hábitos, alimentación, costumbres, toda la información que nos puede proporcionar la Etología.
La paloma urbana, objeto de nuestro interés, es la "Paloma Bravia" (Columba livia), cuyo origen no está perfectamente definido, si bien varios autores opinan que procederían de aves de cría fugadas y de ejemplares erráticos de palomas mensajeras, la realidad es que todas las palomas domésticas proceden de las salvajes, de las denominadas "bravías" (Columba livia); en unos casos, ha sido el hombre quien las ha hecho perder su temor y recelo innato mediante la domesticación y cría en cautividad, unido a posteriores cruces genéticos y en otros, su voluntario acercamiento y asentamiento en pueblos y ciudades, llevadas por su carácter gregario.
Como anécdota ilustrativa, las palomas que ahora habitan en Sevilla, son descendientes de unas cuantas colleras que la corporación municipal trajo de Barcelona con motivo de la Exposición de 1929.
En cualquier caso, las palomas viven junto al hombre desde antaño; existen citas nada menos que de tres mil años antes de Cristo. Con romanos y griegos, su cercanía al hombre queda patente en numerosos manuscritos de Aristóteles o Plinio, e incluso inspiraron parte de los rituales de culto a divinidades como Afrodita, Semíramis o Moloc.
Las palomas se hallan entre los animales con más alta supervivencia y capacidad de dispersión de cuantos existen en la Tierra; quizá la clave sea haber buscado la vecindad del hombre como medida de seguridad. Además, en el medio urbano no operan los depredadores naturales que controlan su número en el ambiente rural.
La variedad de Columbia Livia Bravía, en estado salvaje, está ubicada, en los litorales costeros, sin embargo, la mayoría de los ejemplares viven semi‑domésticos, en areas urbanas, explicándose este fenómeno por la analogía estructural entre el ambiente natural en el que habitan (acantilados rocosos) y la ciudad (edificios con entrantes y oquedades de muros y paredes); la oferta alimenticia es similar, o incluso mayor, puesto que además de los desechos alimenticios de origen diverso, se encuentran con la alimentación voluntaria que les proporcionan un sector colombófilo de los ciudadanos.
Se establecen en colonias, próximas al hombre, principalmente en el centro de las ciudades. Prefieren criar en grupo, anidando en edificios de cierta altura que sean seguros para estar protegidas, como aleros de edificios, buhardillas, áticos, oquedades de paredes, próximos a aquellos lugares donde puedan beber o bañarse.